La Administración pública atesora los datos de mayor calidad, veracidad y valor de un país referentes a todos las personas físicas y jurídicas. Solo tenemos que pensar en ella como un ente único. Maneja el censo, los registros civiles, mercantiles o de la propiedad. También la seguridad social, los servicios y sistemas de salud, agencia tributaria, tráfico, sistemas educativos, aeropuertos, aduanas, Banco de España, CMNV, INE, etc. Imaginad el poder de una Administración pública data driven.
Si todos esos datos estuviesen en manos de empresas podrían extraer una ingente cantidad de conocimiento que las dotaría de grandes ventajas competitivas. Se traduciría en pingües beneficios, bien por el incremento en los ingresos, la reducción de los costes o la mitigación de riesgos.
Ventajas de una Administración pública data driven
Si bien la vocación del sector público no es obtener beneficios financieros per se, la explotación de dichos datos puede generar otro tipo de ventajas. Entre ellas, una mejor experiencia de los ciudadanos, la reducción de la contaminación, la potenciación de la igualdad y la diversidad o contribuir a la transformación digital de la sociedad y a la propia creación de servicios públicos innovadores.
Reducción de trámites administrativos
Un ejemplo de mejora de la experiencia de los ciudadanos -y hay muchos- podría ser la reducción de trámites administrativos redundantes entre entes públicos. Todavía no comprendo por qué al cambiar de domicilio es preciso llevar el certificado de empadronamiento a la policía al notificarlo y, por otro lado, avisar a Hacienda. ¿No pueden acceder a esta información? O ¿cómo es posible que el historial médico no se pueda consultar desde cualquier centro de salud u hospitales públicos o privados ante una emergencia? Es difícil creer que ocurra en un mundo hiperconectado.
Visión global y sinergias en el tratamiento de la información
El problema reside fundamentalmente en la falta de gobierno central de la información y en la existencia de silos. Estos almacenan la información necesaria para realizar sus funciones sin una visión global centrada en el ciudadano o la empresa.
Un sistema centralizado y políticas de gobierno del dato
Esto mismo era algo habitual en las grandes compañías, donde cada departamento gestionaba la información parcial asociada a sus funciones. En la actualidad se ha resuelto total o parcialmente con su transformación data driven y los pilares asociados: tecnología, talento y organización y cultura.
Principalmente se trata de establecer un sistema centralizado de gestión de la información sobre un data lake (un repositorio de almacenamiento que contiene una gran cantidad de datos en bruto), orquestado y dirigido por las políticas de gobierno del dato.
¡Es el momento!
En general, el sector público siempre ha ido por detrás del privado y el incremento de ingresos no ha sido un objetivo prioritario de la Administración. Pero, en este caso, la posesión de los datos es tan valiosa que se traduciría en una reducción de costes inmensa. Esto siempre es positivo, pero una Administración pública data driven cobra aún mayor relevancia en este momento de merma de recaudación, incremento del déficit y deuda elevada.
Por este motivo, las administraciones están acelerando el desarrollo de sus planes de transformación data driven. Para ello, como indicaba, es preciso desplegar una visión global que asegure las sinergias entre todas las fuentes de información.
Primeros pasos hacia una Administración pública data driven
El Gobierno de España acaba de poner la primera piedra para la extracción de valor de los datos, mediante técnicas analíticas avanzadas. El pasado mes de noviembre se lanzaba la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA). Se engloba dentro del Plan Nacional Digital 2025 del pasado mes de julio y está incluida dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española (conocido como Plan España Puede), para hacer frente a los efectos adversos de la pandemia.
El primer CDO de España
Para poder poner orden en la complejidad de la Administración pública se va a contratar al primer Chief Data Officer (CDO) de España. Su misión será desarrollar las políticas de gobierno del dato y asegurar la transformación data driven de todas las administraciones con el objetivo de aprovechar el valor de los datos con un beneficio común.
Sus grandes retos: seguridad de la información y coordinación
Si la tarea del CDO suele ser difícil en una empresa, los retos a los que se tendrá que enfrentar en la administración, dejando de lado la política, que tampoco es un tema baladí, son enormes. Entre ellos destaca, por un lado, la seguridad de la información, dado que los datos que maneja la Administración pública son especialmente sensibles. Y, por otro, la coordinación entre los gobiernos nacional, autonómicos y locales, puesto que la información está muy repartida entre los diferentes organismos públicos dependientes de los distintos gobiernos.
En este sentido, para asegurar el éxito de la transformación data driven de la Administración será necesario la creación de equipos orientados al dato en todos los organismos, liderados por su correspondiente CDO. La colaboración entre ellos será clave para poder normalizar la información y asegurar la consecución de los objetivos marcados.
Las empresas privadas han demostrado que la transformación data driven, correctamente ejecutada siguiendo todos los pasos, redunda en el beneficio de empleados, clientes y accionistas. Establecer políticas de gobierno del dato y planes de desarrollo de competencias analíticas asegura la democratización del uso del dato, incrementa el valor de cada uno de los empleados y supondrá la mejora de todos los procesos tanto internos como externos.
¡Es hora de llevar estos beneficios a la Administración pública y a los ciudadanos!
Imagen: Robert Hruzek
Artículo originalmente publicado en Blog ThinkBigEmpresas
Una muy buena noticia que se haya nombrado un CDO. Nos beneficiaremos todos de tener una administracion data-driven
Me gustaMe gusta