Con más de 2.100 millones de niños en todo el mundo, estas semanas son bastante duras en Laponia, donde los elfos trabajan sin descanso en los preparativos de la primera noche mágica, pero que no se despisten los Reyes Magos que enseguida les toca a ellos arrancar millones de sonrisas entre los más pequeños en estas señaladas fiestas. Nada puede fallar y tener todos los juguetes preparados es todo un éxito de eficacia y eficiencia empresarial.
Vamos a analizar el éxito de Papá Noel que ha pesar de tanta carga de trabajo consigue año tras año satisfacer a todos sus clientes sin incidencias reseñables.
Esta gran empresa depende de que todos sus engranajes funcionen perfectamente, los emisarios recojan las cartas y las remitan a Laponia mientras los elfos planifican la demanda y fabrican todos los juguetes que repartirán, pero no hay que olvidar la logística puesto que en una noche tienen que repartir todos los regalos, elegir la ruta óptima es fundamental para no perder tiempo y cumplir con todos los compromisos.
Papá Noel ha demostrado ser un experto en todas las técnicas Analíticas que le permiten estar preparado para satisfacer la demanda de esta creciente legión de entusiastas fans que le esperan con ilusión.
Pero esto no siempre fue así, hace muchos muchos años, sobre el 8.000 a.c., la población se contaba por 8 millones de habitantes, y Papá Noel sólo actuaba en pequeños mercados que ahora conforman países europeos, por lo que el propio Papá Noel predecía la demanda de juguetes, fabricaba durante todo el año los juguetes, recogía las cartas personalmente, las leía, realizaba las modificaciones oportunas y durante la noche del 24 las repartía en su trineo. Podemos considerar que Papá Noel era un autónomo que llevaba su propia empresa sin muchas complicaciones y sin necesidad de tecnología. Pero de esto ha pasado mucho tiempo y ha tenido que ir adaptando su negocio a las necesidades cambiantes del mercado entre ellas al mercado.
Hoy vamos a hablar de como ha evolucionado la lectura de las cartas, una de las misiones más importantes de los emisarios.
Los Comienzos. Papá Noel, el autónomo
Desde tiempo inmemoriales, Papá Noel lee personalmente las cartas que recibe, puesto que es un lector muy hábil, es capaz de leer en 20 segundos una carta e incluirla en su inventario, dado que las cartas las recibe como muy tarde el 1 de diciembre y tiene que tenerlo todo listo el 20 de diciembre, a razón de 16 horas diarias durante los 20 días, le da tiempo a procesar 57.600 cartas, todo un prodigio.
Estos fueron tiempos muy felices en donde Papá Noel conocía a cada uno de los niños por su nombre, recibía todas las sugerencias personalmente y si algo fallaba se enteraba personalmente.
Los viajes no eran muy largos, principalmente a Europa y en la última etapa a Estados Unidos guiado por los inmigrantes europeos.
La Revolución Industrial. Papá Noel funda sus oficinas
Pero conforme la población fue aumentando y más mercados comenzaron a demandar los servicios de Papá Noel, se dio cuenta que necesitaba ayuda para poder leer todas las cartas para llegar a tiempo a la entrega, sino su magia quedaría en entredicho. Esto ocurrió durante la revolución industrial, por lo que imitando lo que ocurría en las primeras fábricas, pensó en contratar elfos que le ayudaran a leer las cartas, Papá Noel sabía que los elfos leen más despacio, tardan una media de 30 segundo por carta y el convenio impedía que trabajaran más de 8 horas, por lo que un elfo era capaz de procesar 19.200 cartas durante el periodo.
Con esto en mente, Papá Noel construyó sus oficinas centrales en Laponia y contrató 100 elfos para procesar las cartas, esto le daba una capacidad de procesamiento de 1.920.000 cartas durante el periodo. Papá Noel aprendió las ventajas del procesamiento en paralelo, cada elfo procesaba una carta independiente a todos los demás elfos y si aumentaba la carga de trabajo, escalaba su capacidad contratando más elfos, por lo que el problema para procesar las cartas se convertía en un problema de contratación de elfos.
Pero esta solución también trajo consigo un aumento considerable en los problemas, tener 100 elfos en un edificio no es sencillo y coordinarlos tampoco, era usual que se duplicaran algunas cartas, que hubiese algún error con algún regalo o que se formasen colas en los comedores de la oficina.
La Revolución de los Ordenadores. La tecnología entra en juego
A principios del siglo XX, Papá Noel se encontraba en los principales mercados europeos y americanos con distintas marcas como Santa Claus, Klaus,… Tras una política de Marketing junto con Coca Cola unificaron todas las marcas y colores para pasar de los verdes al blanco y rojo actual, esto ha aumentado la popularidad de Papá Noel en todo el mundo, poniendo en peligro el modelo de negocio de Papá Noel, dado que no había tantos elfos en el mundo como para poder atender la fabricación de todos los juguetes demandados.
Papá Noel se fijo en una nueva tecnología que estaba surgiendo, los ordenadores, capaces de escanear y procesar cada carta en 0,2 segundos, y como podían trabajar las 24 horas, el ordenador era capaz de procesar 8.640.000 cartas en el periodo fijado.
Este fue un salto cuantitativo importante dado que podía procesar todas las cartas y destinar a los elfos a otras actividades de mayor valor como la fabricación de juguetes.
Cada vez que la demanda superaba la capacidad del ordenador se compraba un ordenador con mayor capacidad llegando a trabajar con supercomputadores que procesaban una carta en 0,01 segundos llegando a 172.800.000 cartas. Pero esto suponía tener que cambiarlo todo y cada cambio suponía un trauma en los pobres elfos informáticos encargados de mantener la tecnología IT de la compañía.
A finales de siglo, con la globalización de internet, Papá Noel estaba asustado ante la futura demanda de los nuevos mercados emergentes. La tecnología no avanzaba al mismo ritmo que el incremento de la demanda por lo que tenía que buscar una solución si aspiraba a seguir atendiendo a sus clientes.
La Revolución del Big Data. Los mercados Globales
La solución le llego recordando la revolución industrial, donde pasó de procesar cartas él solo a tener 100 elfos procesando cartas en paralelo. ¿No podría hacer lo mismo con ordenadores?, al fin y al cabo no necesitas un supercomputador, sino muchos ordenadores más sencillos y flexibles que se pudieran escalar conforme fuera necesario de forma sencilla y rápida.
Cada ordenador era capaz de procesar cada carta en 0,2 segundos por lo que si juntaba 250 ordenadores (cluster de ordenadores), era capaz de procesar 2.160 millones de cartas suficientes para atender a todos los niños del planeta. Esto le permitirá poder entrar en mercados como China, India, Indonesia. Etc… y poder mantener su estándar de calidad.
Conclusiones
Espero haber arrancado una pequeña sonrisa con esta fábula que os he presentado. Antes de nada quiero reconocer que tanto las fechas como los números son inventados para poder poner de manifiesto la magia del Big Data y compararla con lo que supuso la revolución industrial en el siglo XIX, pasando de la producción individual a la producción en paralelo en las fábricas, de hecho los ordenadores son varias veces más rápidos de lo indicado, pero para este ejemplo es suficiente. Puede que haya tenido algún fallo en las cuentas pero lo importante es que quede claro el impacto que ha supuesto cada una de las revoluciones que ha sufrido el mundo empresarial.
Con la reducción del coste de los ordenadores, mantener un cluster de 1.000 ordenadores es más barato que un supercomputador y permite realizar procesos en menos tiempo con la ventaja de poder comenzar con un sólo ordenador e ir agregando los que necesitemos (a esto se llama escalar) para tener la estructura necesaria para cumplir con nuestros objetivos.
Esto está permitiendo a muchas empresas abarcar actividades para las que antes no tenía capacidad y adecuarse a las necesidades cambiantes de los mercados de forma ágil.
Pero si le damos la vuelta al problema podremos ver lo realmente fabuloso del Big Data. No nos centremos en procesar las cartas de los niños sino en saber cuanto tiempo tardaríamos en leer 10.000 cartas para conocer lo que demanda el mercado, detectar las oportunidades y poder planificar la oferta. Papá Noel, un experto, las procesaría en 208 días, 100 Elfos, personas cualificadas que trabajan correctamente, 6 días, el supercomputador algo más de 1 hora y media y con el cluster de 250 ordenadores tardaría 8 minutos, o lo que es lo mismo, cada 8 minutos puedo replantearme una política comercial y realizar pruebas hasta entender al mercado y acertar.
Y las preguntas de esta semana para la reflexión son: ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar para conocer como está el mercado? ¿podemos competir con las empresas que están utilizando eficientemente una arquitectura Big Data?
Quiero puntualizar que en este texto sólo he hablado de la componente tecnológica del Big Data y que el uso de clusters de ordenadores no siempre es posible, puesto que requerimos que los ordenadores trabajen en paralelo independientemente de todos los demás, y muchos de los retos reales a los que nos enfrentamos no siguen esta pauta por lo que la solución a todos los problemas no es Big Data, pero en aquellos en los que el problema se pueda dividir en tareas sencillas que se puedan paralelizar, el Big Data da unas capacidades diferenciales que nos permiten tener ventajas competitivas en el mercado.
Imagen de Papá Noel extraida de: http://www.kideoo.com/plan/concierto-familia-papa-noel-llega-por-navidad/